El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para controlar el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial (IA) y su aplicación en todos los sectores de la sociedad, ante riesgos que esta nueva tecnología plantea.
La orden ejecutiva obliga a las empresas que desarrollen cualquier sistema, que pueda suponer un riesgo grave para la seguridad nacional, la seguridad económica nacional o la salud pública, a notificar a la administración cuando vayan a poner a prueba ese modelo.
Por su parte, los Departamentos de Energía e Interior vigilarán las posibles amenazas de sistemas de IA sobre infraestructuras críticas y los riesgos que pueda suponer en los campos químico, biológico, radiológico, nuclear o de ciberseguridad.
Al respecto, Joe Biden señaló que la IA “es la tecnología más trascendental” de la historia reciente, con aplicaciones a todos los campos de la ciencia, la economía y la sociedad, pero que también presenta muchos riesgos, por lo que debe ser controlada, “y no hay forma de evitarlo”.
Acompañado, en La Casa Blanca, por la vicepresidenta del país, Kamala Harris, quien el martes viajará al Reino Unido para participar en una cumbre mundial sobre inteligencia artificial, el mandatario estadounidense consideró esta orden ejecutiva como la “acción más significativa” adoptada por cualquier gobierno del mundo, lo que permitirá a Estados Unidos ser el líder y modelo que otros países seguirán para controlar el desarrollo de IA.
En su oportunidad, Harris precisó que el gobierno estadounidense quiere que las medidas que adopte Washington sirvan como modelo para la acción internacional, ya que la IA desarrollada en un país puede impactar las vidas y el sustento de miles de millones de personas en todo el mundo, “creemos que una tecnología con un impacto global exige una acción global”.