La paciencia del Benfica llegó a su límite. Tras una dolorosa derrota en casa ante Qarabag en la Champions League, la directiva encabezada por Rui Costa decidió dar por terminada la etapa de Bruno Lage al frente del banquillo.
El equipo lisboeta venía arrastrando un bajo nivel de juego, confirmado con el empate frente al Santa Clara en la Primeira Liga, a pesar de que su rival jugó con un hombre menos durante gran parte del encuentro. La presión de la afición y los resultados adversos precipitaron la salida del entrenador.
Costa dejó claro que el objetivo es dar un golpe de timón de inmediato, y adelantó que el nuevo técnico podría ser presentado antes del duelo liguero contra Vila das Aves.
José Mourinho aparece como el gran favorito para ocupar el cargo. Tras su paso por Fenerbahçe, donde salió eliminado justamente ante el Benfica, el estratega portugués estaría cerca de volver a casa en un giro inesperado del destino.
El regreso de Mourinho tendría un tinte simbólico, pues fue en el Benfica donde comenzó su trayectoria en el año 2000, aunque entonces apenas duró tres meses. Veinticinco años después, el técnico podría regresar a Lisboa con una carrera marcada por títulos europeos y polémicas.
