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Se recrudece la guerra entre Rusia y Ucrania. Moscú lanzó la madrugada del viernes 4 de julio misiles y drones a la capital Kiev, en un ataque de larga duración que empezó justo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamara por teléfono al líder ruso, Vladimir Putin. Una persona murió y 26 resultaron heridas.

Las defensas aéreas ucranianas lograron neutralizar 478 de los proyectiles en el ataque; sin embargo, nueve de los misiles y 63 drones alcanzaron distintos objetivos, según la Fuerza Aérea ucraniana.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, señaló que sin una condena internacional Rusia no cambiará su “comportamiento destructivo estúpido”, e indicó que esa presión depende principalmente de los aliados internacionales, en especial de Estados Unidos.