Saltar al contenido principal

Un bombardeo tentativamente de origen israelí resultó en la muerte de siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen, provocando que esta organización suspendiera su crucial entrega de ayuda alimentaria a Gaza este martes. La región, afectada por la campaña militar de Israel, ha visto cómo cientos de miles de palestinos se encuentran al borde de la hambruna.

La fuente exacta del ataque nocturno del lunes no ha sido confirmada de manera independiente. Aunque el ejército de Israel manifestó su profundo pesar por las pérdidas humanas, no asumió explícitamente la responsabilidad.

Imágenes capturadas en un hospital de Deir al-Balah, en el centro de Gaza, mostraban los cuerpos, muchos de ellos vestidos con indumentaria protectora que llevaba el emblema de la organización. Entre las víctimas se encontraban tres ciudadanos británicos, un australiano, un polaco, un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-canadiense y un palestino, de acuerdo con la información hospitalaria.

World Central Kitchen, iniciativa del reconocido chef José Andrés, ha sido fundamental en la implementación de una nueva ruta marítima para llevar ayuda urgente al norte de Gaza. Esta área, según la ONU, está mayormente aislada del mundo exterior por el cerco militar israelí, y su población está al límite de sufrir hambruna.

Andrés, cuya organización ha intervenido en múltiples zonas afectadas por conflictos bélicos o catástrofes naturales, incluyendo Israel tras el ataque del 7 de octubre que intensificó el actual conflicto, expresó estar “desconsolado” ante la pérdida de sus compañeros.

A través de una publicación en X (anteriormente Twitter), Andrés hizo un llamado al gobierno israelí para que “cese esta matanza indiscriminada. Debe dejar de limitar la ayuda humanitaria, detener el asesinato de civiles y trabajadores humanitarios, y cesar de usar los alimentos como arma”.

La organización detalló que el equipo se desplazaba en un convoy de tres vehículos, incluyendo dos blindados, y que sus movimientos se habían coordinado previamente con el ejército de Israel.

Daniel Hagari, portavoz militar de alto rango, indicó que el incidente está siendo examinado meticulosamente y se iniciará una investigación independiente para “ayudarnos a evitar la repetición de tales sucesos”.

Erin Gore, CEO de la organización, manifestó que el ataque “no solo es un golpe contra WCK, sino contra todas las organizaciones humanitarias que se enfrentan a las atrocidades de la guerra, donde se emplea el alimento como arma de guerra. Esto es inexcusable”.

Con información de AP.