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Carlos Alcaraz no logró repetir la gloria en el Trofeo Conde de Godó y se quedó sin el que pudo haber sido su tercer título del año. Esta vez, el danés Holger Rune fue quien brilló en la pista barcelonesa, mostrándose implacable en una final que duró poco más de una hora y media. Con un marcador de 7-6(6) y 6-2, Rune se llevó el título y se convirtió en el primer danés en levantar el trofeo.

El murciano comenzó el partido con fuerza, dominando con su servicio y generando peligro con su derecha. Incluso firmó dos juegos en blanco y puso contra las cuerdas al danés. Sin embargo, el impulso se desvaneció cuando Rune empezó a leer mejor el juego y se adueñó del ritmo del partido. El tiebreak del primer set marcó el punto de inflexión.

La segunda manga fue completamente para Rune, que supo capitalizar la irregularidad del juego de Alcaraz y también aprovechar los problemas físicos del español. El tenista danés se mostró sereno y preciso en los momentos clave, firmando un triunfo que representa el quinto título de su carrera, el tercero sobre arcilla.

La derrota deja un sabor amargo para Alcaraz, quien tenía altas expectativas tras su rendimiento reciente en Montecarlo. Esta caída representa su primera derrota del año sobre tierra batida y pone en pausa su intención de recuperar su mejor versión de cara a Roland Garros. El español deberá evaluar su estado físico antes de su próximo desafío en Madrid.

“Ganar este torneo y hacerlo ante un amigo como Carlos es muy especial”, comentó Rune. Mientras tanto, Alcaraz empieza a mirar hacia el Mutua Madrid Open, con la esperanza de reencontrarse con el nivel que lo llevó a la cima en temporadas pasadas.