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La primera jornada de la Premier League dejó un episodio lamentable en Anfield. Antoine Semenyo, atacante ghanés del Bournemouth, fue víctima de insultos racistas por parte de un aficionado en silla de ruedas del Liverpool, lo que llevó a detener el partido por algunos minutos.

La policía británica confirmó la apertura de una investigación contra un espectador de 47 años que fue expulsado del estadio tras el reporte del jugador en el minuto 29. El Liverpool venció 4-2, pero el resultado quedó en segundo plano.

Semenyo declaró que este suceso lo acompañará para siempre, aunque destacó el respaldo recibido por parte de colegas, aficionados y la liga en general. “Lo recordaré por la unión del fútbol en mi defensa”, aseguró.

La Premier League también emitió un comunicado donde reiteró su compromiso de garantizar estadios seguros, inclusivos y libres de cualquier forma de discriminación, trabajando de la mano con autoridades y clubes.

Virgil van Dijk, líder de los “Reds”, no escondió su molestia al señalar que lo ocurrido es “una vergüenza”, y enfatizó en la urgencia de educar a la sociedad para frenar estas conductas dentro y fuera del deporte.