Después de más de 24 horas de negociación, los republicanos del Senado de Estados Unidos aprobaron este martes el paquete de recortes de impuestos y gastos del presidente Donald Trump. Sin embargo, aún no se ha aprobado el proyecto de ley en el Congreso, por lo que debe regresar a la Cámara de Representantes.
«Esta ley propone el mayor recorte fiscal en la historia. Ojalá hoy consigamos su avance definitivo en el Senado», dijo el mandatario a periodistas en la Casa Blanca, antes de partir esta mañana a Florida para recorrer un futuro centro de reclusión de migrantes conocido como el ‘Alligator Alcatraz’ (Alcatraz Caimán).
El vicepresidente JD Vance rompió el empate 50-50 para lograr la aprobación. Los tres republicanos que se opusieron al proyecto de ley fueron los senadores Thom Tillis de Carolina del Norte, Susan Collins de Maine y Rand Paul de Kentucky.
Varios republicanos conservadores del ala más extrema han expresado su desacuerdo por el elevado costo de la legislación, que añadiría 3.3 billones de dólares a la deuda pública en un lapso de 10 años, según un nuevo estimado de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un cálculo que supera los 2.4 billones de dólares de la versión aprobada el 22 de mayo por la Cámara Baja.
Por otra parte, un grupo de senadores republicanos más moderados están preocupados por los recortes al plan médico Medicaid y al programa de asistencia para la compra de alimentos; y los efectos que estas limitaciones tendrían en sus comunidades.
Cabe destacar que la iniciativa incluye impuestos de 1% a remesas que se realicen en efectivo.