Luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) afirmó que el caso del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, ha sido usado como un instrumento político, el presidente Andrés Manuel López Obrador le mandó decir a la Iglesia Católica de México: “amor y paz”.
El domingo pasado, la CEM se inconformó porque en los últimos días se han dado diversas versiones sobre la forma cómo ocurrió la desaparición del prelado, lo que ha puesto en duda la versión de un secuestro exprés.
Ahora, en conferencia mañanera, el primer mandatario abordó el tema.
“Nosotros somos congruentes y vamos a seguir actuando de esa forma y también, que aun cuando se trata de temporada electoral, no vamos a permitir que nos confronten, amor y paz. Yo sé que están desesperados los del bloque conservador y son capaces de todo, no de todo, pero sí de mentir y calumniar, eso sí me consta”, expresó.
El presidente aseguró que su gobierno es respetuosa de todas las iglesias.
“En especial de la iglesia católica y no estamos acostumbrados a mentir, nosotros siempre actuamos con apego a la verdad. Y de ninguna manera nos proponemos hacerle mal a nadie y esto incluye el respeto a instituciones que tienen que ver con el ejercicio de la fe, de la espiritualidad, no afectamos, no nos oponemos, no estamos en contra de ninguna religión”, puntualizó.