Un alto el fuego inmediato fue pactado por Afganistán y Pakistán, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, a más de una semana de combates que han dejado decenas de muertos y cientos de heridos.
Ambos países acordaron implementar mecanismos para consolidar la paz y una estabilidad duraderas, mientras sostienen conversaciones de seguimiento en los próximos días para garantizar la sostenibilidad del cese del fuego, indica el comunicado.
Con Qatar y Turquía como mediadores, las delegaciones de Afganistán y Pakistán estuvieron en Doha para dialogar con el objetivo de resolver la crisis con más letalidad entre ellos en varios años.
«La primera ronda de conversaciones con el régimen talibán concluyó en Doha y la siguiente se celebrará mañana por la mañana. Pakistán ha transmitido con claridad al régimen talibán que los grupos terroristas, que están presentes en Afganistán, no son en absoluto aceptables para Pakistán», señaló una fuente diplomática.
Este diálogo marca el primer acercamiento diplomático tras el ataque aéreo que, según las autoridades afganas, mató el viernes a varios civiles, entre ellos ocho jugadores locales de críquet, en la provincia de Paktika.
Pakistán aseguró que los bombardeos fueron una operación de precisión contra combatientes del grupo Hafiz Gul Bahadur, vinculado a los talibanes paquistaníes (TTP), y que dejaron más de 70 insurgentes muertos.
Según el Ministerio de Defensa paquistaní, las conversaciones «se centran en medidas inmediatas para detener el terrorismo transfronterizo contra Pakistán procedente de Afganistán y restaurar la estabilidad a lo largo de la frontera».
El gobierno talibán, por su parte, advirtió que «se reserva el derecho a responder» en caso de nuevas violaciones de su territorio, aunque ordenó a sus combatientes evitar operaciones militares mientras duren las conversaciones.