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La semana 11 de la NFL trajo un cambio inesperado: los Kansas City Chiefs que llegaban con récord de 9-0, invictos hasta ese momento, cayeron ante los Buffalo Bills con un marcador de 21-30. Este enfrentamiento era uno de los más esperados de la temporada, reuniendo a dos potencias de la Conferencia Americana y demostrando que nada está decidido en la carrera por los playoffs.

Patrick Mahomes y Josh Allen lideraron un duelo épico, mostrando por qué son dos de los mejores quarterbacks de la liga. Mahomes brilló con su habilidad para lanzar anotaciones, pero Allen se llevó los reflectores con pases certeros y acarreos decisivos, incluyendo una carrera clave para sellar el triunfo.

El verdadero héroe del encuentro fue la defensa de los Bills, que logró contener el poderoso ataque aéreo de Kansas City. Intercepciones estratégicas y una presión constante sobre Mahomes fueron claves para inclinar la balanza a favor de Buffalo.

Esta victoria posiciona a los Bills como serios contendientes en la Conferencia Americana con una marca 9-2. Además, el desempate frente a Kansas les da ventaja en la clasificación. Aunque los Chiefs aún tienen posibilidades de playoffs, la derrota aumenta la presión en los partidos restantes.