El mundo del fútbol universitario se quedó boquiabierto cuando Abdul Carter, el formidable linebacker de Penn State, entró al campo con un antifaz que llevaba la inscripción «Darth Vader» durante el enfrentamiento del Orange Bowl entre Penn State Nittany Lions y Notre Dame. Este gesto fue más que una simple referencia a Star Wars; fue una declaración de fuerza tras superar una lesión en el hombro sufrida en el Fiesta Bowl anterior.
Días antes, Carter había compartido en redes sociales una imagen de Darth Vader sumergido en un tanque de bacta, simbolizando su proceso de recuperación. El mensaje fue claro: resistencia y compromiso. Este guiño cultural conectó con los fanáticos y reforzó su imagen de jugador determinado y carismático.
Con 11 capturas y 22 tackles por pérdida en sus primeros 15 juegos de la temporada, Carter ha demostrado su talento en cada jugada. Su presencia fue clave en la defensa de Penn State, contribuyendo al marcador cerrado de 27-24 en la semifinal del College Football Playoff. Su determinación y habilidades lo perfilan como una elección segura entre los 10 primeros del próximo Draft de la NFL.
El Jugador Defensivo del Año de la Big Ten reafirmó por qué es uno de los defensores más temidos, dejando una marca importante en el Orange Bowl y consolidándose como una de las grandes figuras.