Cuando más lo necesitaban, Aaron Judge emergió como el héroe de los Yankees. En el Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana, el capitán conectó un jonrón de tres carreras para empatar el marcador e impulsó un total de cuatro carreras en una noche para la historia, guiando a Nueva York a una victoria de 9–6 y evitando la eliminación ante los Blue Jays.
Los Yankees remontaron de un déficit de 6–1, anotando ocho carreras sin respuesta durante el tramo medio del duelo. Judge, clave desde el plato y también con guante y piernas, terminó 3 de 4 con una base por bolas intencional y tres anotadas, mientras la afición coreaba “¡MVP!”.
El mánager Aaron Boone calificó su actuación como “impresionante, digna de un MVP” y resaltó que esa noche Judge hizo “un swing increíble”. Judge mismo reconoció que fue un momento especial, aunque advirtió: “queda trabajo por hacer”.
Nueva York aprovechó también los errores de Toronto y un bullpen sólido que dominó 6⅔ entradas sin permitir carreras tras la salida temprana de Carlos Rodón. Tim Hill obtuvo la victoria y David Bednar aseguró el cierre.
Con este triunfo, los Yankees logran su remontada más grande en un juego de eliminación en su historia y prolongan la serie al Juego 4 en el Bronx. Judge no solo salvó la temporada esa noche, sino que evidenció por qué es el líder que este equipo necesita en octubre.