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Este jueves, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que, de ser aprobada, habría recomendado la admisión de Palestina como miembro pleno de las Naciones Unidas. La votación finalizó con 12 votos a favor, uno en contra por parte de Estados Unidos y dos abstenciones. Esta resolución habría permitido que la Asamblea General, donde Palestina cuenta con el reconocimiento de aproximadamente 140 países y no existen vetos, aprobara su incorporación como el miembro número 194.

El embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, expresó que la membresía de Palestina debe ser resultado de negociaciones directas entre Israel y los palestinos, y no de acciones unilaterales en Nueva York, ya que estas podrían obstaculizar el proceso de paz. Añadió que cualquier interferencia dificulta las negociaciones y no contribuye a la solución de dos Estados donde ambos países coexistan pacíficamente, un objetivo ampliamente deseado.

Esta es la segunda ocasión en que Palestina intenta obtener la membresía plena de la ONU, en un contexto donde el prolongado conflicto palestino-israelí, ahora exacerbado por la guerra en Gaza que ya lleva siete meses, sigue sin resolverse. La primera solicitud formal fue presentada en 2011 por el presidente palestino Mahmoud Abbas, pero no prosperó por no alcanzar el mínimo de nueve votos necesarios en el Consejo de Seguridad.

Sin embargo, en noviembre de 2012, la Asamblea General aprobó elevar el estatus de Palestina de observador de la ONU a estado observador no miembro. Este cambio permitió a los territorios palestinos unirse a la Corte Penal Internacional y otras organizaciones internacionales, marcando un avance significativo en sus aspiraciones internacionales.

Ziad Abu Amr, representante especial del presidente palestino, argumentó ante el Consejo de Seguridad que otorgar la membresía completa a Palestina no solo daría esperanza al pueblo palestino para una vida digna en un Estado independiente, sino que también sería crucial para la paz regional y global, dada la influencia del conflicto más allá de las fronteras de Palestina e Israel.

Por otro lado, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, criticó la resolución por estar “desconectada de la realidad sobre el terreno” y advirtió que podría deteriorar las posibilidades de diálogo futuro. Además, vinculó la propuesta con los recientes ataques de Hamás, describiéndolos como los más brutales contra judíos desde el Holocausto, y cuestionó la legitimidad de premiar a los perpetradores de tales actos con el estatus de Estado.

Con información de AP.