El próximo 30 de abril, la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, atenderá la demanda de México contra Ecuador relacionada con el acceso ilegal de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la embajada mexicana en Quito.
Este incidente se centró en la detención del ex-vicepresidente Jorge Glas, a quien México había otorgado asilo político, argumentando que era víctima de persecución política. Sin embargo, el Gobierno ecuatoriano rechazó estos argumentos y los del derecho internacional, sosteniendo que los delitos imputados a Glas eran del fuero común.
En respuesta, México presentó esta demanda el 11 de abril, solicitando a la Corte que imponga “medidas cautelares” mientras se resuelve el fondo del caso. Entre las medidas requeridas, México pide protección para los locales diplomáticos, sus bienes y archivos, además de autorización para evacuar estos lugares y la residencia privada de los diplomáticos.
También solicita garantías de que Ecuador no tomará acciones que perjudiquen los derechos de México en futuras decisiones judiciales y demanda que Ecuador se abstenga de cualquier acto que pueda agravar la disputa.
Las audiencias públicas se celebrarán en el Palacio de la Paz de La Haya y durarán dos días, permitiendo la asistencia de personal diplomático, representantes de medios y público general.
Estas deliberaciones son la continuación del proceso iniciado por México en relación con violaciones a la solución pacífica de controversias internacionales, las relaciones diplomáticas y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.