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Ippei Mizuhara, el ex traductor de Shohei Ohtani despedido recientemente tras acusaciones de haber sustraído millones de dólares de la cuenta bancaria del astro del béisbol para saldar deudas con una casa de apuestas ilegal, está en negociaciones para declararse culpable de delitos federales relacionados con el supuesto robo, según informaron tres fuentes conocedoras del caso.

Las investigaciones, iniciadas hace tres semanas tras divulgarse el presunto robo mientras los Dodgers de Los Ángeles, equipo de Ohtani, jugaban en Corea del Sur, están a punto de concluir, afirmaron las fuentes que pidieron anonimato debido a que la investigación sigue en curso.

Una declaración de culpabilidad ante un juez federal por parte de Mizuhara, que incluiría el reconocimiento de varios hechos sobre su conducta ilegal, respaldaría la versión que Ohtani compartió con periodistas hace dos semanas, negando tener conocimiento de lo ocurrido con el dinero.

Además, los fiscales han encontrado evidencia de que Mizuhara podría haber robado más de los $4.5 millones originalmente reportados, alterando incluso la configuración de la cuenta bancaria de Ohtani para evitar alertas sobre transacciones, revelaron las fuentes.

Los abogados de Ohtani notificaron a las autoridades federales del robo, y Ohtani se ha comprometido a colaborar con la investigación federal y otra realizada por la Major League Baseball. En entrevistas recientes, las autoridades federales han profundizado en la relación entre Ohtani y Mizuhara, señaló una de las fuentes.

Al admitir su culpabilidad rápidamente, Mizuhara podría beneficiarse de una sentencia más leve, pues tanto fiscales como jueces federales suelen valorar positivamente la cooperación de los acusados.

Desde su despido por los Dodgers, poco se ha sabido del paradero de Mizuhara. Tras regresar a California desde Corea del Sur, fue interceptado por agentes del orden al descender del avión, aunque no fue arrestado, indicaron las fuentes. Los detalles de su interacción con las autoridades no han sido divulgados.

Mizuhara ha contratado a Michael Freedman, un reconocido exfiscal federal de Los Ángeles especializado en defensa penal de cuello blanco, quien se ha abstenido de comentar sobre el caso.

Con información del New York Times.