¿Conoces al activista José Luis Castillo? Es originario de Ciudad Juárez, Chihuahua y hace catorce años su hija Esmeralda Castillo Rincón esperaba el autobús de camino a su escuela secundaria 78, en el centro de la ciudad y no se le volvió a localizar.
Sus padres han hecho esfuerzos incontables #HastaEncontrarla. Hemos visto esta entereza en miles de familias en México que pasan por esa situación. Al igual que los feminicidios, las cifras de desapariciones se cuentan por millares en cada estado de esta nación.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), de la Secretaría de Gobernación, hasta diciembre de 2022, en el país había 109, 171 personas desaparecidas, de las cuales el 25% son mujeres. Durante el 2023, el gobierno registró oficialmente 11, 905 desapariciones en México. Arrancamos el 2024 con cerca de 114 mil personas desaparecidas, pero las familias buscadoras denuncian un subregistro de casos en el país.
La cifra de desaparecidos en México ha sido cuestionada constantemente por organizaciones de la sociedad civil y colectivos de familias buscadoras, pues acusan un subregistro de casos a nivel nacional. Apenas a inicios de diciembre, la activista Ceci Flores y Adrián LeBarón, junto con la periodista Marcela de Jesús Natalia, presentaron una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República donde acusaron al Gobierno Federal de “maquillar” datos respecto a este tema. Asimismo, José Luis Castillo, papá de la joven Esmeralda denunció que el nombre de su hija desaparecida había sido eliminado de la lista de personas desaparecidas en México, luego del censo realizado por el Gobierno Federal.
Este padre activista ha tenido que sortear con determinación diferentes obstáculos, entre ellos, la vigilancia encubierta en bares de la frontera y enfrentamientos con las autoridades que resultaron en su encarcelamiento en 2012. Ese mismo año, la familia confirmó que la joven había sido víctima de trata de personas. Sus padres Martha Alicia Rincón y José Luis Castillo continúan recordándola cada 28 de enero que es su cumpleaños; cada 19 de mayo cuando fue vista por última vez; cada 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer; cada vez que un funcionario federal visita su ciudad; en cada protesta, marcha, demanda, evento público llevan el mensaje de “No me olviden, falto yo”, en representación de su hija Esmeralda.
José Luis Castillo ha encontrado entre los familiares de las víctimas de desaparición forzada ejemplos de resiliencia y lucha, que luchan por el derecho a la verdad y el acceso a la justicia. Teniendo como armadura una lona con el rostro de su hija Esmeralda, se cubre el torso con ella para salir a marchar, para dar pláticas de prevención a escuelas, orientan a personas con algún familiar desaparecido, o dan palabras de aliento a quien encuentra restos de alguna víctima.
Si bien, la fuerza de voluntad pareciera inagotable, José Luis Castillo asegura que los recursos para financiar su lucha son escasos. Señala que tanto a él como a otros padres les gustaría colocar espectaculares con la imagen de sus hijos, pero en ocasiones solo les alcanza para pegar hojas de “Se busca” en los postes de sus ciudades.
Compartió en una entrevista: “Lo que más añoro de mi hija es su alegría, su entusiasmo, el extrañarla aquí en la casa, el que ande corriendo de un lado para otro, que me diga papá vámonos por la nieve, papá vamos al parque, el que me esté pintando las uñas, que me esté haciendo peinados, son cosas que se guardan muy adentro de uno pero que las extraña”. “Esa puerta no la pinto porque nada más de mirar las letras de ella me da la fuerza y me da la fortaleza para seguir adelante y confiando en nuestro padre dios, al igual que muchos hermanos míos de dolor que nuestra única esperanza es dios”. “Nos hemos dado cuenta de que gracias a todas las activistas y colectivos de todo el país, se ha mantenido vivo el caso y es la manera de hacer presión hacia las autoridades para que hagan el trabajo por el cual, el pueblo les está pagando.
José Luis Castillo entiende que el costo por exigir justicia en México es alto. Luego de 14 años de exigir resultados a las autoridades, ha perdido confianza en los tres niveles de gobierno, pero recobra el aliento cuando observa que en todo el país las personas se manifiestan exigiendo justicia. Asegura sentir impotencia de no haber encontrado aún a su hija, pero cuando mujeres, niñas, niños y adultos mayores se le acercan en las marchas se siente cobijado y él sólo agradece que levanten la voz por su hija y por las y los desaparecidos en este país.
Esta marcha #8M2024 tuve la gran oportunidad de abrazar a tus papis Esmeralda, quiero que estés tranquila porque no dejarán de buscarte #HastaEcontrarte, ese abrazo que nos llenó de lágrimas a ambas partes porque mientras yo sostenía mi pancarta #JusticiaParaVioleta tus padres traían su lona con tu fotografía, y tu padre me dijo que uno de sus mayores miedos es dejar esta vida sin mirarte de nuevo a los ojos.
¡Estoy segura de que se volverán a encontrar en esta o en la otra vida y ese abrazo será eterno!.