La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguró que la candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, es la aspirante que más violencia política ha sufrido en comparación con su contrincante Xóchitl Gálvez.
El organismo publicó el Segundo Informe sobre la Violencia Política para la Protección y Defensa de la Democracia, correspondiente del 2 al 12 de marzo, donde señala que la coalición política que en el periodo fue mayormente señalada con sucesos específicos asociados a la violencia política es la coalición Sigamos Haciendo Historia, concentrando casi uno de cada dos sucesos reportados (43%).
“Como se puede apreciar, la persona que en el periodo fue mayormente señalada con sucesos específicos asociados a la violencia política es Claudia Sheinbaum con 1 de cada 4 sucesos reportados de violencia dirigidos a ella (25%).
“Los hechos monitoreados durante el periodo tienen asignado un nivel con respecto al Escalómetro de la Violencia Política de la CNDH”, señaló el organismo.
De acuerdo con la CNDH, se analizaron 16 sucesos, los cuales están asociados a una escala de violencia política, el 43% se concentran en la categoría más baja del Escalómetro, “lo cual resulta importante señalar porque aun cuando nos encontramos en una contienda donde la guerra sucia podría proliferar, el hecho que los sucesos no se concentren en escalas de mayor magnitud, evidencia aun un clima no polarizado”.
“Aun así, es importante señalar que incluso en la escala más baja, la mayoría de los sucesos de divulgación de infundios y/o propaganda denigrante, se concentran en personas candidatas de la Coalición Sigamos Haciendo Historia, así como de Morena y sus partidos coaligados (56%), seguidos de Movimiento Ciudadano y Fuerza y Corazón por México y el PAN con el mismo porcentaje (18% cada uno)”.
La CNDH aseguró que no pretende interferir en el actuar de la autoridad electoral, ni calificar la elección y mucho menos orientar el sentido del voto, como tendenciosamente se afirmó durante la última semana.
Apuntó que el seguimiento mediante el Escalómetro de Violencia Política, busca cuantificar y analizar preventivamente aquellas acciones que representan un riesgo para el goce del derecho ciudadano a la democracia y, por ende, de los derechos humanos para, a su vez, llamar la atención a las autoridades, y alertarlas, sobre el incremento de prácticas y tácticas que pretenden normalizarse en el contexto de la competencia política, exhortándolos por ahora, de manera respetuosa, a su oportuna intervención, para evitar una escalada de estos fenómenos, como se anunció o se propuso ya de manera abierta al recomendarse comenzar “la guerra sucia, pero sucia en serio”.