Este martes, Joe Biden, el presidente en funciones, y Donald Trump, el expresidente, obtuvieron las nominaciones de sus respectivos partidos para la presidencia con triunfos contundentes en varias primarias poco concurridas, perfilando un enfrentamiento electoral que se ha cantado desde hace algunas semanas.
Las elecciones primarias en Georgia, Mississippi, y el estado de Washington concluyeron como se esperaba, sin oposición significativa para Biden, demócrata, o Trump, republicano. La extensión de sus victorias aseguró a cada uno la cantidad necesaria de delegados para obtener oficialmente la nominación de su partido en las convenciones nacionales de este verano.
Las elecciones de otoño, sin lugar a dudas, enfrentarán nuevamente a dos líderes con fallos y poca popularidad. A sus 81 años, Biden es el presidente más longevo en la historia de EE. UU., mientras que Trump, de 77 años, podría enfrentarse a largas condenas de prisión en cuatro procesos judiciales. Su enfrentamiento, el primero entre expresidentes desde 1912, promete intensificar las divisiones políticas y culturales del país en los próximos ocho meses.
Biden, en un comunicado, acogió con satisfacción su nominación y describió a Trump como una amenaza grave para la democracia.
Según Biden, Trump promueve una campaña llena de resentimiento, revancha y represalias, poniendo en riesgo la esencia misma de Estados Unidos.
“Estoy honrado de que una amplia coalición de votantes, representativa de la diversidad del Partido Demócrata a nivel nacional, haya depositado nuevamente su confianza en mí para liderar nuestro partido –y nuestra nación– en un momento en que la amenaza que representa Trump es mayor que nunca”, agregó.
Previo a las primarias del martes, Trump asumió que Biden sería el candidato demócrata, comentando incluso sobre la edad del presidente.
«Supongo que él será el candidato», mencionó Trump acerca de Biden en CNBC. «Mi único oponente, además de la vida, es la vida misma».
Los dos dominaron las primarias del martes en Georgia, un estado disputado, Mississippi y Washington, con tendencia demócrata. Sin embargo, el camino adelante presenta desafíos para ambos candidatos.
Trump afronta 91 cargos criminales en cuatro procesos judiciales relacionados con su manejo de documentos clasificados y sus esfuerzos por revertir los resultados de las elecciones de 2020, entre otras acusaciones. Además, enfrenta crecientes interrogantes sobre sus planes políticos y sus relaciones con algunos de los dictadores más controvertidos del mundo, por ejemplo el pasado viernes sostuvo una reunión privada con Viktor Orbán, primer ministro húngaro, quien ha sido criticado por socavar la democracia en su país.
Biden, quien tendría 86 años al concluir otro mandato, intenta convencer a un electorado escéptico de su capacidad física y mental para desempeñar el cargo más importante del mundo. Electores de ambos partidos se muestran insatisfechos con su gestión de la inmigración y la inflación.
Además, enfrenta el descontento dentro de la facción progresista de su partido, la cual critica su inacción frente al conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. Activistas y líderes religiosos en Washington instaron a los demócratas a votar «sin compromisos» como forma de protesta.
Con información de AP.