La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, aseguró que este año México duplicará sus esfuerzos en el G20 para promover iniciativas que ofrezcan soluciones integrales a las causas estructurales de la migración, que calificó como un desafío creciente en todo el mundo.
“Debemos incluir los problemas y las causas estructurales de la migración, que es un desafío creciente en todo el mundo. Tenemos que asegurarnos de que la migración se convierta en una opción y no en una obligación y debemos reconocer la contribución de los migrantes y refugiados al desarrollo global del mundo”, apuntó.
Durante el segundo y último día de actividades de la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20, en Río de Janeiro, Brasil, en materia de combate al cambio climático, la secretaria de Estado exhortó a los países desarrollados, que sufren de la misma manera los efectos negativos del calentamiento global, a cumplir sus compromisos de financiamiento climático con los países en desarrollo.
En materia de igualdad de género, anunció a los miembros del G20 que México impulsará este año, junto con Alemania, una iniciativa para que el grupo contribuya a reducir la participación desproporcionada de las mujeres en el trabajo de cuidados no remunerado.
La canciller participó en la sesión “Reforma de la gobernanza global”, propuesta por Brasil como parte de sus prioridades en la presidencia del G20.
En ese marco, la representación de México coincidió en la necesidad de impulsar reformas a las instituciones que conforman el sistema multilateral, con especial enfoque en la transformación de la arquitectura financiera internacional y el fortalecimiento de los bancos multilaterales de desarrollo.
Alicia Bárcena Ibarra mencionó que los bancos multilaterales de desarrollo deben movilizar mayores recursos de financiamiento provenientes de todas las fuentes disponibles, incluido el sector privado. Asimismo, señaló que deben diseñar políticas y acciones para que las economías emergentes tengan acceso a los mercados financieros con un costo financiero justo.
“Más allá del aumento de capital, los bancos multilaterales de desarrollo y el G20 deben responder mejor a las necesidades de los países en desarrollo, incluidos los de ingresos medios, frente a las crisis de deuda y liquidez”, agregó.
La canciller reiteró que cualquier reforma del sistema multilateral debe responder a los intereses de todos sus miembros, con especial atención a las necesidades y aspiraciones de las naciones más vulnerables.