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La llegada de Julián Araujo al Celtic de Glasgow parece ser una cuestión de tiempo y estrategia. El lateral mexicano ha sido «borrado» prácticamente del mapa competitivo en Bournemouth, sumando únicamente una titularidad en la Copa de la Liga ante el Brentford en agosto, donde además fue expulsado. Esa falta de continuidad lo ha dejado fuera de ritmo, por lo que el interés de un gigante europeo como el Celtic representa una oportunidad de oro para demostrar que su talento, que lo llevó a ser propiedad del Barcelona, sigue intacto.

El arquitecto detrás de este posible movimiento es Wilfried Nancy, el innovador técnico francés que recientemente abandonó el Columbus Crew para asumir el reto en Escocia. Nancy es un admirador del juego asociativo y la intensidad física, cualidades que Araujo perfeccionó durante su préstamo en Las Palmas la temporada pasada. El entrenador del Celtic busca jugadores que puedan «defender con uñas y dientes» y proyectarse al ataque con inteligencia, un rol que Araujo domina cuando tiene la confianza de su estratega.

La estructura del Celtic ha estado buscando un reemplazo de garantías para cubrir las bajas en la defensa. Con la lesión de Cameron Carter-Vickers por el resto de la temporada, la polivalencia de Araujo para jugar como lateral o incluso como carrilero en una línea de cinco resulta muy atractiva para la directiva escocesa. La operación se vislumbra inicialmente como un préstamo por seis meses con una opción de compra obligatoria si se cumplen ciertos objetivos de minutos jugados, una apuesta segura para ambas partes.

Históricamente, los mexicanos que emigran a ligas fuera de las «Top 5» han encontrado en Escocia un entorno fértil para el crecimiento personal y deportivo. Efraín Juárez abrió la puerta hace 15 años, demostrando que el futbolista mexicano se adapta bien al estilo físico y directo de la Scottish Premiership. Para Araujo, el Celtic Park ofrece una mística que pocos estadios en el mundo poseen, lo que podría ser el combustible emocional necesario para superar el bache psicológico que supuso su ostracismo en la Premier League.

El 2026 inicia con la promesa de minutos y protagonismo para Julián Araujo. Mientras sus compañeros de selección cierran el año con actividad, el lateral está empacando maletas hacia Glasgow con la firme convicción de que Escocia será su trampolín definitivo. Si logra adaptarse al estilo de Nancy, no solo ayudará al Celtic a pelear por la liga y la copa, sino que enviará un mensaje contundente a Javier Aguirre: el lateral derecho titular de México está listo para el reto mundialista.