El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó la noche del martes una cena navideña por “la paz y la felicidad” en Caracas, donde afirmó que “el imperialismo no puede” con su país, Su declaración alude a Estados Unidos, que ha incrementado la presión contra Caracas mediante un despliegue militar en el Caribe y la confiscación de tres buques con crudo venezolano.
Acompañado de música tradicional y vistiendo una bufanda navideña desde la parroquia caraqueña de San Agustín, Maduro cantó, bailó y convivió con vecinos. Además, anunció una serie de encuentros similares en todas las comunas del país durante las festividades.
En paralelo, la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, encabezó otro evento navideño en Caracas, donde rechazó las recientes medidas del presidente estadounidense Donald Trump, quien anunció un “bloqueo total” a los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.
Horas antes, Maduro aseguró que su gobierno recibe un “apoyo abrumador” del Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró una reunión de emergencia a solicitud de Venezuela.
En la sesión, el embajador venezolano Samuel Moncada calificó el bloqueo como un “crimen de agresión”, mientras que su homólogo estadounidense, Mike Waltz, afirmó que Washington mantendrá las sanciones “al máximo” para impedir que Maduro financie al llamado Cartel de los Soles, considerado por EE.UU. como una organización ligada al narcotráfico.






