Desde Argentina, Antonio Mohamed volvió a sacudir el mercado de fichajes con una confesión que resuena en todo el continente: su anhelo de comandar a Boca Juniors. A pesar de su éxito rotundo en México, donde viene de coronarse bicampeón con el Toluca, el técnico admitió que dirigir al equipo xeneize es una cuenta pendiente. Sus palabras llegan en un momento de incertidumbre en el club argentino, que aún no confirma a Claudio Úbeda como su entrenador definitivo para 2026.
A pesar del ruido mediático, el «Turco» fue enfático en respetar su presente con los Diablos Rojos. El estratega destacó que se siente valorado y feliz en el fútbol mexicano, donde ha encontrado el respaldo total de la directiva y la afición. Mohamed reiteró que su renovación por dos años es una muestra de su compromiso actual, asegurando que no abandonará el barco antes de tiempo, especialmente con el reto de defender el bicampeonato en el horizonte cercano.
El técnico analizó con realismo su situación con Boca, mencionando que «nunca me llamaron oficialmente». Mohamed entiende los tiempos del fútbol y sabe que su éxito en México lo coloca como un candidato natural, pero prefiere no alimentar rumores infundados mientras tenga contrato vigente. No obstante, la existencia de una cláusula de salida para mediados de 2026 sugiere que el verano post-mundialista podría ser el momento en que sus caminos finalmente se crucen.
En Toluca, la noticia ha sido recibida con una mezcla de orgullo y precaución. El equipo se prepara para un torneo relámpago que exigirá máxima concentración. Con la final programada para finales de mayo para dar paso a la Copa del Mundo, Mohamed tendrá que gestionar una plantilla que ya es considerada una de las mejores de la historia del club. La meta es clara: llegar a la liguilla directa y evitar el desgaste innecesario en un formato que ya no contará con repechaje.
Antonio Mohamed cierra así un año de ensueño, reafirmando que es uno de los técnicos más codiciados del continente. Mientras su corazón mira de reojo a La Bombonera, su profesionalismo está depositado en el Estadio Nemesio Diez. Los aficionados escarlatas podrán disfrutar de al menos un semestre más de la magia del «Turco», esperando que la cláusula de 2026 sea solo una anécdota en una gestión que busca alcanzar la gloria eterna en el Infierno.




