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La diputada de Morena, Gissel Santander Soto, presentó una iniciativa establecer la instalación obligatoria de espacios de cuidado infantil y cambiadores de pañales en espacios públicos, como una medida para garantizar el interés superior de la niñez, la igualdad de género y la corresponsabilidad parental.

El dictamen propone reformar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, ya que persisten rezagos importantes, particularmente durante la primera infancia.

“En la vida cotidiana existen obstáculos que impiden el ejercicio pleno de estos derechos, especialmente cuando no se cuenta con infraestructura básica para el cuidado infantil en condiciones de higiene y dignidad”, señaló.

El objetivo central de la propuesta es que, por ley, los espacios públicos, edificios gubernamentales y establecimientos de acceso al público cuenten con mobiliario básico de cuidado infantil, incluidos cambiadores de pañales instalados en baños de hombres, de mujeres y, en su caso, en baños familiares o neutros.

Asimismo, plantea reformas específicas para facultar a las autoridades federales y locales a garantizar la instalación de estos espacios, así como para incorporar este criterio en las políticas de desarrollo urbano y de uso colectivo.

Santander Soto advirtió que la ausencia de cambiadores de pañales en baños de hombres, así como la instalación deficiente o exclusiva en baños de mujeres, reproduce estereotipos de género y limita la participación de los padres en las tareas de cuidado.

La concentración histórica de los cambiadores en baños de mujeres se sustenta en la idea de que el cuidado infantil es exclusivamente una tarea femenina, lo cual perpetúa desigualdades de género y contraviene el principio de corresponsabilidad social y parental”, afirmó.

En ese sentido, la diputada recordó que diversos países han avanzado en esta materia mediante legislación que obliga a instalar cambiadores accesibles para todas las personas cuidadoras en edificios públicos y espacios de alta afluencia.

Al referirse a la situación en México, la legisladora señaló que sólo una minoría de los espacios públicos y comerciales cuenta con cambiadores accesibles para hombres, lo que obliga a madres y padres a improvisar en condiciones inseguras e insalubres. “Esta realidad vulnera el interés superior de niñas y niños y afecta de manera directa a miles de familias”, sostuvo.

Finalmente, la diputada enfatizó que el Estado mexicano debe avanzar hacia una infraestructura de cuidado accesible, inclusiva y no discriminatoria, que responda a las necesidades reales de las familias y de la niñez en la primera infancia.