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La celebración del 14 de febrero, conocida bajo varias denominaciones como Día de San Valentín, Día de los Enamorados o Día del Amor y la Amistad, tiene su origen en una historia singular.

Durante el siglo III en Roma, el sacerdote Valentín desafió la prohibición del emperador Claudio II, quien había vetado los matrimonios entre jóvenes con el argumento de que solteros sin compromisos familiares rendían mejor como soldados. Desoyendo este mandato, Valentín realizaba casamientos clandestinos para parejas enamoradas, ganándose así el título de patrón de los enamorados.

Claudio II, al descubrir las acciones de Valentín, lo condenó a muerte el 14 de febrero del año 270, marcando así la fecha que hoy se conmemora en honor a San Valentín.

Interesantemente, la comercialización de esta fecha tiene registros que datan de mediados del siglo XIX, atribuyéndose a Esther A. Howland, una estadounidense pionera en la creación y venta de tarjetas de San Valentín, una tradición que encontró éxito y popularidad.

La tradición de celebrar el amor y la amistad el 14 de febrero trasciende fronteras, observándose en numerosos países europeos como España, Francia, entre otros. Sin embargo, las costumbres varían significativamente en distintas regiones. En Finlandia y Estonia, por ejemplo, la fecha se dedica a celebrar la amistad, mientras que en Dinamarca y Noruega se destaca el envío anónimo de poemas humorísticos conocidos como ‘Gaekkebrev’.

Alemania e Inglaterra presentan tradiciones peculiares como el intercambio de figuras de cerdos y el ritual de las hojas de laurel en la almohada, respectivamente, cada una con su simbolismo particular en la búsqueda del amor.

En América Latina, países como Chile, Cuba, Puerto Rico y México, entre otros, también se suman a la celebración cada 14 de febrero, con costumbres que incluyen el intercambio de regalos como flores, chocolates y cartas, reflejando la universalidad del amor y la amistad en esta fecha especial.