Kylian Mbappé obtuvo una importante victoria legal contra el Paris Saint-Germain este martes, cuando un tribunal laboral parisino ordenó al club pagarle más de 60 millones de euros (70 millones de dólares) en concepto de salarios y bonificaciones adeudadas. Este fallo llega después de una compleja saga judicial que giró en torno al final de la relación contractual de la superestrella, quien finalmente se unió al Real Madrid como agente libre en 2024.
La raíz de la disputa se remonta a 2023, cuando el campeón del mundo decidió no renovar su vínculo, que expiraba en el verano de 2024. Esta determinación fue el punto de inflexión que fracturó su relación con la directiva, ya que el PSG perdía la oportunidad de recibir una cifra millonaria por transferencia. El club alegó que el delantero ocultó su decisión por casi 11 meses, desde julio de 2022, impidiendo así que el equipo planeara su venta.
Como respuesta a la decisión del jugador, el PSG tomó medidas drásticas: excluyó a Mbappé de la gira de pretemporada y lo obligó a entrenar con el equipo de reserva. A pesar de estos roces, el delantero regresó a la alineación tras discusiones con el club para jugar su última temporada. No obstante, sus abogados afirmaron que el club dejó de pagar salarios y primas correspondientes a los meses de abril, mayo y junio de 2024.
Mientras los representantes de Mbappé se congratularon, señalando que el jugador cumplió «escrupulosamente con sus obligaciones deportivas y contractuales hasta el último día», el PSG manifestó que actuó de buena fe y citó un supuesto acuerdo de agosto de 2023 para una reducción salarial si se marchaba gratis, un acuerdo cuya evidencia no fue presentada. Aunque la sentencia a favor del jugador es clara, el PSG puede apelar, por lo que la disputa de sumas colosales está lejos de finalizar.
