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El escándalo de las apuestas ilegales en el deporte profesional toca de cerca a la NBA, y el caso de Terry Rozier subraya la gravedad de la situación. El jugador de Miami Heat comparecerá formalmente en un tribunal federal de Brooklyn para responder a cargos de fraude electrónico y conspiración para lavado de dinero, un caso que forma parte de un extenso operativo federal que ya ha resultado en más de 30 arrestos, incluidos los de figuras vinculadas a la mafia.

La acusación contra Rozier se centra en un partido de marzo de 2023, cuando jugaba para los Charlotte Hornets. Los fiscales sostienen que el base conspiró para que sus amigos realizaran apuestas sobre su desempeño, informándoles previamente que abandonaría el juego contra los New Orleans Pelicans debido a una supuesta lesión en el pie. Rozier jugó apenas nueve minutos y 36 segundos, y su salida permitió a los apostadores ganar «decenas de miles de dólares».

El abogado de Rozier, Jim Trusty, ha negado los cargos, señalando que el jugador «no era un jugador» y que luchará para demostrar su inocencia. Sin embargo, el nativo de Ohio, quien ha ganado una cifra millonaria a lo largo de su carrera, ya ha sido puesto en licencia sin goce de sueldo por el Heat, al igual que otros involucrados.

Rozier no es la única figura prominente de la liga implicada. El miembro del Salón de la Fama y entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, también se declaró inocente de manipular partidas de póker ilegales de alto riesgo. Asimismo, el exjugador Damon Jones, que fuera asistente no oficial de los Lakers, enfrenta cargos por proporcionar información interna sobre las lesiones de LeBron James y Anthony Davis.

La comparecencia de Rozier en Brooklyn marca un momento crucial para la NBA, ya que estos casos exponen la vulnerabilidad de la liga ante las operaciones de apuestas ilegales. Con el base enfrentando la justicia, la NBA busca resolver una crisis de integridad que amenaza la credibilidad del deporte profesional.