En la victoria de los Buffalo Bills 26-7 sobre los Pittsburgh Steelers, Josh Allen anotó un touchdown por tierra de ocho yardas en el 4to. cuarto que le dio la cima absoluta a su carrera: con esa carrera alcanzó los 76 touchdowns por tierra en su carrera, superando la marca previa de Cam Newton, quien tenía 75.
Allen consiguió la marca en su temporada número ocho en la NFL y en su juego 123 en temporada regular. Newton, por su parte, llegó a 75 tras 145 juegos en su carrera, lo que evidencia la velocidad con la que el pasador de Buffalo alcanzó el récord.
La polivalencia de Allen capaz de combinar su brazo con su capacidad física para correr le ha permitido romper diversos techos: esta temporada suma más de diez touchdowns terrestres, y desde sus primeros años ha mantenido un promedio sostenido de anotaciones por tierra.
Con este logro, Allen no sólo firma su nombre en los libros de récords de quarterbacks, sino que refrenda su estatus como uno de los mariscales más completos de la era moderna: su amenaza como corredor obliga a las defensas a replantearse su estrategia, ofreciendo al Buffalo un arma ofensiva difícil de contener.
Este momento representa un logro en la historia de la NFL: el récord de touchdowns terrestres por un quarterback ha cambiado de manos, y Josh Allen hoy en plena madurez deportiva es el nuevo rey de esa categoría. Con apenas 29 años, su margen de crecimiento aún parece amplio.
