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La actuación de la portera Valentina Murrieta fue, sin duda, la clave del éxito para la Selección Mexicana en el Mundial Sub-17 Femenil de Marruecos. Gracias a su heroica intervención al atajar un total de cinco penales a lo largo de la competencia, el equipo azteca logró un histórico tercer lugar en el podio, y Murrieta se llevó el reconocimiento individual más preciado para una guardameta.

La joven guardameta, que se desarrolla en las fuerzas básicas del América, fue galardonada con el distinguido Guante de Oro como la mejor arquera del certamen. Este trofeo individual es el resultado directo de su gran desempeño bajo los tres palos, que resultó ser crucial para los resultados colectivos de la escuadra mexicana en el campeonato mundial.

El potencial de Murrieta se hizo evidente en las rondas finales. En el partido de cuartos de final contra Italia, la portera tuvo que desplegar toda su habilidad al atajar no solo uno, sino dos penales durante el tiempo regular. Para culminar su exhibición, detuvo un tercer penal en la tanda desde los once pasos, lo que impulsó a México a las semifinales.

La arquera volvió a ser determinante en el enfrentamiento por la medalla de bronce contra Brasil. La definición del tercer puesto también se resolvió desde los once metros, y Murrieta sorprendió de nueva cuenta al detener dos penales en la serie. Con esta actuación, la joven de América se consolidó como la especialista en atajadas y como la figura indiscutible del Tri.

Mientras la joven mexicana celebraba su galardón, la final del torneo confirmó la hegemonía de Corea del Norte. Las asiáticas se impusieron 3-0 ante Países Bajos, alzando el bicampeonato en la categoría. Con cuatro títulos en total, Corea del Norte es ahora la selección con más cetros en los Mundiales Sub-17 Femenil, superando por dos a España.