El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), calificó como “excesiva y desproporcionada” la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas tras el asilo otorgado a Betssy Chávez Chino, ex primera ministra del gobierno de Pedro Castillo.
En un comunicado, la SRE afirmó que el asilo fue concedido “en pleno apego al derecho internacional”, específicamente a la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 —ratificada por ambos países— y conforme al artículo 11 de la Constitución mexicana, así como a la legislación nacional en materia de asilo y refugio.
El gobierno mexicano subrayó que, según la ONU, el otorgamiento de asilo no constituye un acto inamistoso y rechazó que pueda interpretarse como una intervención en los asuntos internos de Perú.
México reiteró su tradición humanitaria de proteger a personas perseguidas por razones políticas, y sostuvo que continuará privilegiando el diálogo y la solución pacífica de controversias, al tiempo que reafirmó los lazos históricos de amistad entre ambos países.












