La automotriz Honda detuvo temporalmente la producción de vehículos en sus plantas de Celaya, Guanajuato, y El Salto, Jalisco, debido a la escasez de semiconductores provenientes de la empresa neerlandesa Nexperia.
La interrupción se originó luego de que el gobierno de Países Bajos asumiera el control de Nexperia por motivos de seguridad nacional, ante su vínculo con la matriz china Wingtech. En respuesta, China bloqueó la exportación de productos de la compañía, incluidos los microchips utilizados en sistemas automotrices.
La medida generó afectaciones en la cadena de suministro de América del Norte, impactando la entrega de componentes esenciales para motores y módulos de seguridad.
Honda informó que trabaja con proveedores para evaluar alternativas técnicas y sustitutos de los chips afectados. Sin embargo, no precisó la fecha de reanudación de operaciones ni el volumen de unidades afectadas.
Otras automotrices también enfrentan consecuencias. Volkswagen reconoció dificultades, aunque evitó paros gracias a otro proveedor, mientras que Nissan aseguró tener inventario suficiente “hasta la primera semana de noviembre”.
Expertos advierten que, si la crisis persiste, más fabricantes podrían detener operaciones en las próximas semanas. La situación evidencia la dependencia de la industria automotriz norteamericana respecto al suministro de semiconductores, pese a los esfuerzos por diversificar tras la crisis global de 2021.






















