El futbol americano profesional perdió a uno de sus referentes más respetados. Nick Mangold, exjugador y símbolo eterno de los New York Jets, falleció a los 41 años debido a complicaciones derivadas de una enfermedad renal. La franquicia confirmó su muerte la mañana del domingo, poco antes del encuentro ante los Bengals de Cincinnati.
El equipo rindió homenaje inmediato al hombre que portó con orgullo el número 74, cambiando su imagen de perfil por una ilustración con su dorsal y el mensaje: “Will forever be a Jet”. Mangold fue recordado por excompañeros y directivos como un líder ejemplar, tanto dentro del campo como fuera de él.
Años atrás, el excentro había compartido con sus seguidores su lucha contra una enfermedad renal crónica, producto de un defecto genético diagnosticado en 2006. En una emotiva carta, agradeció a su familia y amigos por su apoyo constante, destacando que esa batalla le enseñó a valorar cada momento de vida.
Durante su carrera, Mangold inició 171 partidos con los Jets, participó en siete playoffs y fue pieza esencial en dos campeonatos de la AFC. Su desempeño lo llevó a ser nombrado All-Pro y siete veces Pro Bowler, cimentando su estatus como uno de los mejores centros de su época.
El legado de Nick trasciende las estadísticas. Su nombre quedará grabado no solo por su talento, sino por su integridad y compromiso con los Jets, el equipo que lo vio nacer, crecer y convertirse en leyenda.









