El gobierno de Cuba condenó el envío del portaaviones Gerald Ford al mar Caribe por parte de Estados Unidos, al considerarlo un “grave peligro” y una “amenaza de agresión militar” contra Venezuela, su principal aliado en la región.
El canciller Bruno Rodríguez acusó a Washington de actuar bajo el “falso pretexto de combatir el narcotráfico”, y advirtió que el despliegue pone en riesgo la “Zona de Paz” de América Latina.
El Pentágono confirmó que la decisión responde a una directiva del presidente Donald Trump para “desmantelar organizaciones criminales transnacionales”. Según su portavoz, Sean Parnell, la operación busca fortalecer la capacidad de Estados Unidos para detectar y neutralizar actividades ilícitas que afecten su seguridad.
El USS Gerald Ford, el mayor portaaviones de la flota estadounidense, se suma a un contingente militar desplegado desde el verano, integrado por buques de asalto, cazas F-35B, aviones de patrulla P-8 y drones MQ-9, con base en Puerto Rico.
En las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses han destruido al menos diez embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, cerca de Venezuela y Colombia, dejando varios muertos. Los gobiernos de ambos países han denunciado ejecuciones extrajudiciales y operaciones encubiertas dirigidas por la CIA, lo que ha incrementado la tensión con Washington.
