El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de “acto inamistoso” las sanciones impuestas por Estados Unidos a las petroleras Rosneft y Lukoil, advirtiendo que afectarán las relaciones bilaterales.
En declaraciones desde el Kremlin, señaló que la medida busca ejercer presión política sobre Rusia, pero que no tendrá un ”impacto notable“ en su “bienestar económico”. Putin insistió en la importancia del diálogo frente a la confrontación.
Además aseguró que la reducción del crudo ruso en el mercado mundial provocaría un aumento de los precios del petróleo, incluidos los combustibles en Estados Unidos. Subrayó que Rusia contribuye al equilibrio energético global y advirtió que sustituir su crudo llevará tiempo y grandes inversiones.
El mandatario recordó que durante el primer mandato de Donald Trump también se aprobaron numerosas sanciones contra Rusia.
