Saltar al contenido principal
Publicidad

La ciudad de Boston, una de las sedes del Mundial 2026, se encuentra en medio de la controversia tras las declaraciones de Donald Trump, quien sugirió que los partidos podrían ser reubicados. El presidente estadounidense arremetió contra la alcaldesa Michelle Wu, calificándola como “de la izquierda radical” y cuestionando su liderazgo tras recientes disturbios en la ciudad.

“Podríamos quitárselos”, dijo Trump en tono desafiante. “Amo a la gente de Boston, pero su alcaldesa no es buena”. La amenaza llega justo cuando la ciudad se prepara para recibir siete encuentros de la Copa del Mundo, un evento que promete gran impacto económico y turístico.

Las palabras del presidente se dieron durante una reunión con el mandatario argentino Javier Milei. Aunque no especificó a qué incidentes se refería, en días pasados se reportaron protestas pro-Palestina que derivaron en enfrentamientos con la policía local.

Desde la FIFA se descartó cualquier posibilidad de que las declaraciones políticas afecten las sedes confirmadas. “La jurisdicción es de la FIFA, no del gobierno local”, aclaró Víctor Montagliani, vicepresidente del organismo.

Por ahora, los preparativos para el Mundial en Boston continúan, aunque las palabras de Trump reavivan el debate sobre la influencia política en los grandes eventos deportivos internacionales.