El Gobierno de Illinois demandó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por ordenar el envío de 400 elementos de la Guardia Nacional desde Texas a Chicago para contener las protestas contra las redadas migratorias. El despliegue ocurre tras el reciente tiroteo de la Patrulla Fronteriza que hirió a una mujer el 4 de octubre.
El fiscal general Kwame Raoul acusó al Gobierno federal de “exceder su autoridad”, al no cumplirse las condiciones legales que permiten federalizar y desplegar la Guardia Nacional, como invasión, rebelión o inacción de las leyes federales.
La demanda, presentada ante la Corte del Distrito Norte de Illinois, también incluye al secretario de Guerra, Pete Hegseth, y a la titular de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
El despliegue ocurre en un contexto de tensión migratoria. En septiembre, un inmigrante mexicano murió tras recibir un disparo de un oficial en Chicago.
Raoul señaló que la administración Trump no ha ofrecido una justificación legal para la presencia militar.
La acción judicial se suma a un fallo reciente que bloqueó al presidente de desplegar 300 guardias nacionales de California en Oregón. El despliegue tenía el objetivo de combatir protestas contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Portland.