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El quarterback Brock Purdy será titular este domingo cuando los 49ers de San Francisco enfrenten a los Jaguars, tras recuperarse de la lesión en el dedo del pie que lo marginó las últimas dos semanas. El mariscal entrenó al cien por ciento el viernes y fue dado de alta médicamente, lo que representa un impulso para una ofensiva que ha sabido sobrevivir en su ausencia, pero que extrañaba a su líder.

El entrenador Kyle Shanahan había anticipado que el regreso era posible, siempre y cuando Purdy despertara sin molestias después de cada práctica. El diagnóstico inicial fue alentador: una lesión parecida a un esguince que no requería cirugía, a diferencia del caso de Joe Burrow en Cincinnati. La evolución del joven quarterback fue constante y finalmente está listo para volver al emparrillado.

Mac Jones fue el encargado de suplirlo y no lo hizo nada mal. El pasador guió al equipo a dos triunfos consecutivos y registró más de 560 yardas aéreas. Sin embargo, su estado físico no es óptimo, pues arrastra una dolencia en la rodilla que lo mantiene en la lista de cuestionables, situación que refuerza la importancia del retorno de Purdy.

No todo son buenas noticias en San Francisco. La ofensiva podría resentir la ausencia de receptores importantes como Jordan Watkins, baja confirmada, además de las dudas sobre Jennings y Pearsall. La defensiva también pierde piezas, siendo el golpe más duro la lesión de Nick Bosa, quien sufrió la rotura del ligamento cruzado y estará fuera el resto de la campaña.

A pesar de los problemas médicos, los 49ers se mantienen como contendientes serios en la Conferencia Nacional. El regreso de Purdy, junto con la solidez que ha mostrado Shanahan en la gestión de plantel, ofrece confianza a la afición de cara a un duelo exigente frente a los Jaguars.