El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que las celebraciones navideñas en el país comenzarán este año el 1 de octubre, adelantando la festividad por decreto. Según el mandatario, la medida busca proteger “el derecho a la felicidad” de los venezolanos y estimular la economía a través de actividades comerciales y culturales.
Maduro presentó la decisión durante su programa semanal «Con Maduro+», señalando que se aplicará “la fórmula de otros años que nos ha ido muy bien para la economía, para la cultura, para la alegría, para la felicidad”. Esta práctica no es nueva: en 2024 ya había adelantado la Navidad tras su reelección en julio, cuestionada por la oposición y tachada de fraudulenta.
El anuncio se produce en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos, que desplegó buques de guerra en el mar Caribe. Caracas califica esta acción como una amenaza para su soberanía y asegura que la política estadounidense se basa en “mentiras y amenazas” para presionar un cambio de régimen. Por su parte, Washington sostiene que la presencia militar forma parte de su estrategia de lucha contra el narcotráfico.
El contexto internacional sobre Maduro sigue marcado por acusaciones de narcoterrorismo, emitidas por Estados Unidos desde 2020, y por la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida recientemente por información que lleve a su captura.



















