Un juez federal de Estados Unidos desestimó la demanda del Departamento de Justicia contra los 15 jueces federales de Maryland que establecieron una orden para prohibir a la administración de Donald Trump llevar a cabo deportaciones de trámite rápido.
El juez Thomas Cullen, nominado por el presidente Donald Trump durante su primer mandato, rechazó la querella del gobierno, presentada en mayo, que buscaba eliminar este freno a su proceso de deportaciones.
Esta norma se puso de manifiesto en el caso de Kilmar Ábrego García, un hombre de Maryland que fue deportado ilegalmente a El Salvador a mediados de marzo y luego regresó a Estados Unidos.
La orden acordada por el Tribunal de Distrito de Estados Unidos de Maryland exige al secretario dictar automáticamente una orden cautelar contra la deportación o la impugnación de la situación legal de cualquier extranjero detenido en ese estado por las autoridades migratorias a fin de revisar las garantías legales de su detención.
El juez apuntó que, si el gobierno insiste en acabar con esta orden, debe utilizar un procedimiento diferente al de atacar directamente a los magistrados, quienes son inmunes a estas demandas.
El Departamento de Justicia demandó a todos los jueces federales del Tribunal de Distrito de Maryland, de instancia inferior, a finales de junio, después de que el juez presidente del tribunal estableciera una norma que impediría automática y temporalmente que la administración de Trump expulsara de Estados Unidos a un inmigrante detenido si este había recurrido a los tribunales para impugnar su expulsión.