El safety Shilo Sanders, hijo del legendario Deion Sanders, protagonizó una desafortunada escena en el último duelo de pretemporada de los Tampa Bay Buccaneers frente a los Buffalo Bills. El novato fue expulsado tras golpear con el puño al ala cerrada Zach Davidson, situación que encendió las alarmas sobre su disciplina en la NFL.
La acción se produjo cuando Davidson lo bloqueaba en una jugada ya finalizada. Después de varios empujones, Sanders perdió la compostura y atacó con un puñetazo al rival de 1.91 metros, lo que derivó en su inmediata expulsión. Una jugada más tarde, Buffalo celebró un touchdown que sentenció el ritmo del encuentro.
Tras el partido, el entrenador Todd Bowles dejó claro su mensaje: “No se pueden lanzar golpes. Es inexcusable”. Con estas palabras, el coach buscó marcar la línea de disciplina que exige la liga y el propio vestidor de Tampa Bay.
En lo deportivo, Sanders acumuló tres tacleadas en la pretemporada, pero la competencia en su posición es feroz, con jugadores de calidad como Winfield Jr., Merriweather e Izien por delante en la rotación. Este episodio podría jugar en su contra al momento de los recortes.
Con la fecha límite para definir el roster cada vez más cerca, Sanders deberá esperar la decisión final del staff. Lo que parecía un proceso de consolidación ahora se convierte en un reto de madurez y resiliencia en su sueño por mantenerse en la NFL.