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Vasco da Gama se dio un festín de goles y vapuleó 6-0 a Santos en un duelo que será recordado como uno de los más duros en la carrera de Neymar. Coutinho firmó un partido estelar, liderando la ofensiva carioca y dejando sin respuesta a una defensa visitante que nunca encontró orden.

La figura del ‘10’ del Santos fue la imagen del dolor. Neymar, incapaz de evitar la debacle, abandonó el césped entre lágrimas y con el apoyo tibio de sus compañeros, quienes tampoco podían explicar lo sucedido en el terreno de juego.

Ya con los ánimos más serenos, el astro brasileño enfrentó a los medios y asumió responsabilidades. “Fue una vergüenza lo que hicimos hoy. Con esta actitud, no merecemos vestir esta camiseta”, declaró, dejando claro que el equipo está obligado a reaccionar si no quiere hundirse en el torneo.

El arquero Brazão tampoco se guardó nada y describió la goleada como “la mayor vergüenza de la carrera de todos”. Un análisis crudo que expone la fractura anímica de un vestuario golpeado.

En contraste, la hinchada de Vasco festejó con euforia la victoria más contundente de los últimos años, mientras los seguidores del Santos dieron la espalda a su equipo. Neymar cargará con la presión de liderar una reacción inmediata en medio de un clima adverso.