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El futbol mexicano vuelve a mirar al pasado para inspirar su futuro. Una reciente filtración revela lo que podría ser la camiseta de la Selección Nacional en el Mundial 2026, evocando la legendaria indumentaria usada en Francia 98. Aquella generación vivió goles memorables de Luis Hernández, jugadas de Cuauhtémoc Blanco, desbordes de Cabrito Arellano y cabezazos de Ricardo Peláez.

La estrategia es clara: apostar por la nostalgia para seducir al aficionado. Este tipo de diseños no solo reavivan recuerdos, sino que también impulsan el mercado de venta de camisetas, especialmente en torneos de alto impacto como la Copa del Mundo. El contexto de México 2026, con la selección actuando en casa y con el respaldo de la diáspora mexicana en Estados Unidos, amplifica el potencial comercial.

Sin embargo, esta inspiración trae consigo una sombra legal. El uniforme de Francia 98 fue obra de Abba Sports y no de Adidas, lo que podría generar reclamos por derechos de diseño. Casos similares ya han obligado a la marca alemana a retirar productos del mercado o a llegar a acuerdos económicos.

De concretarse un entendimiento entre las partes, la camiseta podría convertirse en un símbolo del torneo. El efecto emocional y comercial sería inmediato, y el diseño podría romper récords de ventas, especialmente si el Tri logra una actuación destacada en el certamen.

El primer boceto, con franja tricolor sobre fondo verde, fue descartado por la Federación. La relación entre la marca y la FMF, que data de hace casi dos décadas, demuestra que la marca sabe cómo conectar con la afición, como en 2010 cuando lanzó la icónica camiseta negra.