El domingo quedó marcado como una fecha especial para Justin Verlander, quien alcanzó los 3,500 ponches de por vida en Grandes Ligas. Lo hizo en apenas el primer inning contra los Gigantes, convirtiéndose en el décimo lanzador que lo consigue.
El inicio fue perfecto: recta de 95.3 mph para ponchar a James Wood, slider a Abrams y otro rectazo para dejar sin oportunidad a Nathaniel Lowe, mientras la pizarra del Oracle Park anunciaba el récord. Aplausos del público y reconocimiento de sus compañeros sellaron el momento.
Sin embargo, la alegría se vio opacada por el resultado final. Verlander recibió cinco carreras y 11 imparables en cinco innings, en la derrota por 8-0. Un doble de Wood y un cuadrangular de Abrams en la segunda entrada rompieron el equilibrio y definieron el duelo.
El derecho de 42 años, tres veces Cy Young, ahora comparte lista con leyendas como Ryan, Johnson, Clemens y Perry. “Es un logro genial, valoro el camino para llegar”, afirmó. Chapman resaltó su constancia y trabajo a lo largo de dos décadas.
Verlander admitió que no estuvo fino en un par de lanzamientos clave, aunque su legado sigue intacto. La historia lo recordará no por la pizarra de ese día, sino por el lugar que ahora ocupa en la élite de los ponchadores.