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El fichaje de Heung-Min Son por el LAFC ha revolucionado el panorama de la Major League Soccer. La operación, cifrada en 26.5 millones de dólares, no solo establece un nuevo récord en el mercado estadounidense, sino que marca un giro en la percepción global de la liga, que ahora es capaz de atraer a jugadores vigentes de renombre mundial.

El delantero, que brilló durante más de una década en el fútbol europeo con el Tottenham, llega con la responsabilidad de liderar al conjunto angelino hacia el título. Su calidad técnica, experiencia y capacidad goleadora lo convierten en un refuerzo estelar que eleva el nivel de la plantilla y proyecta la marca del club a escala global.

En los últimos años, la MLS ha demostrado que está dispuesta a competir a otro nivel. La presencia de figuras como Lozano, Miranchuk o Almada refleja que la estrategia va más allá de lo deportivo: se trata también de conquistar nuevos mercados, atraer patrocinadores y captar la atención de audiencias internacionales.

El impacto de Son también se sentirá en las gradas, las transmisiones y las redes sociales. Su legado en el Tottenham y su estatus como ídolo asiático garantizan un incremento en la visibilidad del club y la liga en general.

Con esta inversión, LAFC se consolida como uno de los protagonistas de la nueva era de la MLS, una liga que ha dejado de mirar al pasado para enfocarse en el presente y futuro.