Saltar al contenido principal

Rusia lanzó un aviso a Estados Unidos asegurando que tiene las «manos libres» para desplegar misiles de corto y medio alcance, aunque el principal perjudicado es Europa.

«Rusia ya no se considera limitada por nada. Se considera con derecho, si es necesario, a tomar las medidas necesarias», comentó Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Explicó con esto las consecuencias de la decisión rusa de renunciar el lunes a la moratoria al despliegue de los misiles de corto y medio alcance contemplados por el tratado INF, que Estados Unidos abandonó completamente en 2019.

La semana pasada el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la producción en serie de los misiles balísticos hipersónicos de medio alcance Oréshnik, que pueden alcanzar el cuartel general de la OTAN en menos de 17 minutos y que serán desplegados en Bielorrusia.

«Esta es una nueva realidad que tendrán que tener en cuenta todos nuestros adversarios. Esperen nuevos pasos», escribió en X el expresidente Dmitri Medvédev, quien protagonizó una discusión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace unos días.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso adelantó que los dirigentes de su país tomarán una decisión sobre el despliegue de misiles tras la llegada de misiles terrestres estadounidenses y de otros países occidentales, y a la vista de «la evolución de la situación en el ámbito de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica».

Por el momento, se desconoce qué clase de submarinos son, aunque los expertos rusos comentan que puede tratarse de buques de la clase Ohio con misiles balísticos intercontinentales Trident II D5.