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Una investigación interna sacudió la estructura de la NFL al descubrir que decenas de jugadores y empleados de franquicias violaron la política de entradas al revender boletos del Super Bowl 59 por encima del valor permitido. La liga ya ha impuesto fuertes sanciones económicas y medidas disciplinarias a los implicados.

Según reportó la agencia informativa AP, alrededor de 100 jugadores y 24 empleados fueron encontrados culpables de esta práctica prohibida. Las multas serán severas: 1.5 veces el valor de cada boleto en el caso de los jugadores y el doble en el caso de los empleados de clubes.

Sabrina Perel, encargada del cumplimiento legal de la NFL, confirmó que se vendieron boletos a “agregadores” conectados con revendedores externos, lo cual violenta una regla establecida en el convenio colectivo de trabajo que rige a todos los empleados de la liga.

Los involucrados, además del impacto económico, verán limitados sus derechos para futuras ediciones del Super Bowl. No podrán acceder a entradas para los próximos dos juegos si no están en el campo como jugadores.

Este caso se produce tras la edición 59 del Super Bowl, donde los Eagles vencieron a los Chiefs. La liga prometió sancionar con contundencia para evitar que el sistema interno de acceso a entradas sea manipulado por intereses económicos indebidos.