El cónsul de México en Orlando, Juan Sabines, denunció la detención de dos ciudadanos mexicanos en esa ciudad y su posterior traslado a la prisión estatal conocida como «Alligator Alcatraz».
Según el funcionario, los detenidos, Carlos y Alejandro González, aún no cuentan con un número de caso ni de registro migratorio, lo que vulnera su derecho a una defensa legal adecuada.
Carlos González había viajado con una visa de turista vigente tras el fallecimiento de su madre, mientras que su hermano Alejandro está casado con una ciudadana estadounidense. Ambos fueron asignados a la abogada Andrea Reyes, integrante de la American Immigration Lawyers Association, quien reportó posibles violaciones a sus derechos civiles.
Sabines advirtió sobre irregularidades en el proceso, ya que la prisión no es operada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, sino por el estado de Florida, lo que ha complicado el acceso de los detenidos al sistema judicial federal.
Ante esta situación, el diplomático anunció que propondrá al gobierno mexicano emitir una alerta de viaje para connacionales que planeen visitar Orlando.