El dueño de un negocio de empeños en Manhattan admitió que resellaba objetos de lujo robados de residencias adineradas en todo el país, entre ellas la casa del quarterback Joe Burrow, de los Bengals de Cincinnati. El atraco ocurrió en diciembre de 2024 durante un partido de visitante. Las autoridades indican que el sospechoso, Dimitriy Nezhinskiy, operaba un complejo sistema de distribución ilegal.
Según los cargos, Nezhinskiy adquirió relojes, joyería y objetos deportivos de los robos. Ahora podría enfrentar hasta cinco años de cárcel, más una multa y decomiso de 2.5 millones de dólares.
El robo sacudió al entorno deportivo, recordando otros golpes a casas de figuras como Patrick Mahomes, Mike Conley y Luka Doncic.
En el juicio aceptó su culpa, pero argumentó desconocer el origen del material hasta su arresto.
La fiscalía considera que fue parte de una red organizada que apuntaba a jugadores de élite, y advierten que esto podría tener repercusiones legales adicionales.
