Líderes religiosos visitaron Gaza este viernes después de que la única iglesia católica del enclave fuera impactada por un proyectil israelí un día antes, un ataque en el que murieron tres personas y 10 más resultaron heridas, entre ellas, un sacerdote que mantenía una estrecha amistad con el fallecido Papa Francisco.
La delegación religiosa está integrada por dos patriarcas de Jerusalén: el patriarca latino cardenal Pierbattista Pizzaballa y su homólogo ortodoxo griego Teófilo III. La visita tenía como objetivo expresar la “preocupación pastoral compartida de las Iglesias de Tierra Santa”, según un comunicado.
Además de visitar la Iglesia católica de la Sagrada Familia, cuyo complejo fue dañado por el bombardeo, organizaron convoyes con cientos de toneladas de alimentos, suministros médicos y equipos al territorio que, según expertos, está al borde de la hambruna.
El ataque fue condenado por el Papa León XIV y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras que Israel lamentó el hecho, diciendo que fue un error.