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Hoteleros y prestadores de servicios turísticos de Acapulco, en Guerrero, se preparan para el inicio de las vacaciones de verano en medio de la difícil situación por las afectaciones en los últimos años de fenómenos naturales.

Trabajadores de la playa Revolcadero, una de las más emblemáticas de la Zona Diamante y de las más afectadas por los huracanes “Otis”, “John” y el más reciente “Erick” que tocó tierra en estas costas en junio, y por el fenómeno mar de fondo, tienen el ánimo muy bajo, pues han perdido restaurantes, negocios y hasta la playa.

Las autoridades federales a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se han comprometido a arreglar la calle, el acceso y los negocios, aunque hasta el momento no les han dado fecha para el comienzo de las obras, agravando la tristeza de los comerciantes.

La Secretaría de Turismo de Guerrero espera la visita de 1.1 millones de turistas, y prevé una ocupación hotelera del 67% general y una derrama económica de 9 mil 995 millones de pesos en todos los destinos del estado.

En el caso de Acapulco, el pronóstico de autoridades turísticas es la llegada de más de 751 mil turistas, con una ocupación del 67% y una derrama económica de 5 mil 973 millones de pesos.