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Luka Modric ha escrito su última página en la historia del Real Madrid, y lo hace desde lo más alto: como el futbolista con más títulos en la historia del club. En 4 mil 700 días como merengue, conquistó 28 trofeos, una cifra jamás alcanzada por ningún otro jugador del equipo.

Llegó en 2012 sin grandes reflectores, pero con el tiempo se convirtió en el eje del mediocampo. Seis Champions League, cuatro Ligas, cinco Supercopas de Europa, dos Copas del Rey y cinco Mundiales de Clubes forman parte de su palmarés.

Además, su Balón de Oro y premio The Best en 2018 lo consolidaron como leyenda internacional, cortando el dominio Messi-Cristiano. Modric elevó al Real Madrid y el Madrid lo convirtió en inmortal.

Dentro del vestuario fue líder silencioso, ejemplo de profesionalismo y compromiso. En el campo, dejó huella con su visión, inteligencia táctica y temple en los momentos clave.

Hoy se despide, pero su historia quedará para siempre. Modric no solo llenó las vitrinas, también se ganó el corazón de la afición blanca. Un ídolo eterno del Santiago Bernabéu.